Uno de los dos espacios se mojó por completo. Según los alumnos y padres presentes, ECU les pidió que taparan todo lo posible y desalojaran porque era riesgoso. En una recorrida, charlando con madres y alumnos, supimos que si bien los adolescentes estaban contentos y continuaban haciendo flores y alguna actividad, lo hacían sobre charcos de agua ya que se les inundó el galpón.
Una de las madres que acompañaba a los chicos dijo: “me da mucha pena, para ellos es toda una ilusión hacer esto, pero realmente es un peligro lo que está pasando acá”; por otro lado desmintieron que se haya acercado, “al menos a este galón”, alguien del municipio local. Se observó agua acumulada en el piso de todo el galpón donde trabajaban “Presos Mitre” y Escuela J. L. Borges. Los chicos livianamente dijeron “escurrimos con esos escobillones y bueno, ya está”, sin hacer acento en el peligro. Por el otro lado (la otra campana), recordó que ECU sabía que el galpón estaba en esas condiciones, “se lo habló en las reuniones y aceptaron igual”. Hay que destacar que el galpón que se ve desde calle Gobernador Cresto funcionaba a toda marcha y no se mojó.