La Argentina se expone al peligro de quedar excluida de cualquier línea de financiamiento que facilite ese organismo o cualquiera de sus pares internacionales. Se podría iniciar así un proceso que terminaría con la expulsión del país como miembro de esa institución crediticia.
Eso impediría cualquier posibilidad que pudiera existir para que la Argentina sea asistida por el Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad (RST, por sus siglas en inglés) que ese organismo proyecta desarrollar para ayudar a los países pobres o en desarrollo: el objetivo es que puedan encarar iniciativas que le permitan dejar atrás impactos de la pandemia o desarrollar proyectos de energía sustentable y otros.