Contrariamente a lo que ocurría en ediciones anteriores, los integrantes, colaboradores, directivos de comparsas y coordinadores del evento, tuvieron que organizar la edición en unos pocos meses; cuando lo normal era trabajar durante casi un año.
Durante la semana, continuaron acondicionando el predio y se realizaron los ensayos técnicos; mientras, en los talleres y galpones, las manos y los ensayos no se detienen.
¿Llegamos? es la pregunta que se hacen los comparseros… Todo indica que sí. Al menos, las agrupaciones están pasando momentos desesperantes para poder presentar el espectáculo que el público espera.
La primera noche de desfiles sería este sábado y lo único que evitaría que el corsódromo vibre al sonido del samba, sería una mala pasada del clima o algún imprevisto.