Afloró la cantidad de basura arrojada o depositada por la corriente, cuando su cauce estaba normal, a esto se le suma el aroma característico de la zona, en un lugar ganado y renovado hace varios años y que el ente regulador cuida para tener un paseo digno en esta zona portuaria.
Hoy se podría lograr que también el fondo esté en buenas condiciones, para bien de todos. Comienza la época que más concurrencia tiene este paradero. Hay buena voluntad de quienes tienen a su cargo el embellecimiento, ojala estén pensando algo para la limpieza y que entre todos salvemos al Manzores, hay muchas ganas para hacerlo y desde este columna pedimos que no se siga arrojando plásticos y otros desperdicios para bien de todos.