Apreciar es mirar con el alma, con el corazón, con los sentimientos más profundos de nuestro interior. Por eso es que en el acto de apreciar se revela el mundo interior que nos anida.
Si hay amor en tu interior, amorosa será tu mirada, si hay compasión, compasiva será tu mirada, y si hay perdón, misericordiosa será tu mirada.
Si valoramos a los demás, desde lo profundo de nuestro ser, desde los sentimientos de amor, compasión y perdón, nuestros ojos se encontrarán con la belleza que está detrás de la “cáscara de apatía” que cubre el corazón del ser humano.
Si... porque los ojos son la ventana del alma.
Gladis Espiro
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