PARA EMPEZAR A LUCIRSE
Casi a diario, deberás enfrentar situaciones como estas: Cortar cebollas: el temor de todos es, ¡llorar a mares! Una opción sencilla es tomar un buen cuchillo, y durante el proceso mojar con agua fría tanto el filo como la cebolla propiamente.
PELAR TOMATES: cortarles la punta en cruz y colocar- los en agua hervida. Luego de unos minutos, la piel se des- prenderá sin problemas.
Comida que se pega a la sartén: calentarla a alta tempera- tura, y luego colocar sal. Taparla y dejar que la sal se oscu- rezca. Al final, limpiamos con un paño y, ¡éxito total!
PELAR HUEVOS DUROS: una vez fríos, golpearlos un poco para agrietarlos, y colocarlos en un recipiente con un poco de agua. Tapar y agitar el tarro de manera enérgica para que las cáscaras se vayan rompiendo. En un minuto tendrá los huevos medianamente pelados.
CORTAR HIERBAS: para evitar que se esparzan por toda la mesada, coloque un poco de sal en la tabla y verá que evita que vuelen por el aire.
SAZONAR Y COCINAR CARNES: para lograr una óp- tima cocción, siempre deben estar a temperatura ambiente. CONGELAR HIERBAS: las hierbas frescas que no haya usado pueden ser congeladas. Debe cortarlas y guardarlas envueltas. La próxima vez que las use, ya tendrá gran parte del trabajo hecho.
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