Los precios de los medicamentos se duplicaron en los últimos dos años y los de las prepagas subieron un 84,4 por ciento en igual período, de acuerdo a un estudio realizado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda (UNDAV).
Con respecto a los valores de los fármacos, se relevaron los precios de una canasta de 123 medicamentos de diferentes marcas, función y origen.
Según el informe de la UNDAV, desde noviembre de 2015 hasta el mismo mes de 2017, los remedios estudiados se incrementaron un 102% en promedio.
Los mayores aumentos se registraron entre medicamentos correspondientes al tratamiento de tiroides, con un alza del 183%; los broncodilatadores, con un 157%; los antidepresivos, con un 154%; y los antiespasmódicos, con un 134%.
El secretario general del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (Safyb), Marcelo Peretta, dijo este martes a Cadena 3 de Córdoba que su gremio ya venía advirtiendo “hace tiempo” sobre esta situación de aumentos en los precios de la salud.
“Los laboratorios tienen autonomía para fijar el precio de partida de los remedios y todas las correcciones que hacen. Ellos aprietan un botón en sus computadoras y cambian las de las 12 mil farmacias. Eso hace que el paciente pague otro valor”, se lamentó Peretta.
Con respecto a las empresas que brindan coberturas de salud pagas, el sindicalista expresó: “A diferencia de los laboratorios, que ni siquiera piden autorización para aumentar el precio de los medicamentos, las prepagas sí solicitan permiso, pero se los dan. Para 2017, les han otorgado cuatro puntos por encima de la inflación que se espera.
“Si el propio Estado autoriza aumentos de servicios esenciales, en vez de poner límites o pedir explicaciones, indudablemente es muy difícil dar una explicación. Nosotros pedimos una política para regular el precio de los medicamentos”, añadió.
Al respecto, detalló: “Sugerimos una fórmula en la que se tenga en cuenta el precio del fármaco, más el costo de distribución, más la ganancia lógica que debe tener la empresa.
“En las prepagas, hay que ver qué servicios brinda, porque están cobrando aranceles altísimos tal vez por hotelería: una linda habitación, con televisor, Wi-fi, pero eso no hace al servicio de salud en sí mismo”, agregó.
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