Con motivo de la conmemoración de los 61 años de la muerte de María Eva Duarte, Evita, el pasado 26 de julio del corriente, la C.G.T. de Concordia destacó un hecho que fue altamente conmovedor y trascendente para la historia del Peronismo, cuando el entonces Presidente de la Nación Argentina Don Juan Domingo Perón el 31 de julio de 1952, cinco días después del fallecimiento de Evita, colocó junto a su pecho, al lado del corazón el Escudo Peronista que ella siempre llevaba consigo en sus largas jornadas de trabajo en la acción social.
Cabe destacar que ese ejemplar de orfebrería fue robado junto su cuerpo que, infames traidores a la
Patria secuestraron y ocultaron durante décadas. Ese emblema aun no fue recuperado por su pueblo,
único heredero de sus pertenencias.
El escudo simbolizaba la Fe, la Lealtad y la Convicción de la lucha por la causa de la justicia social.
La C.G.T trabajó junto a la abanderada de los humildes hasta los últimos días de su vida, tal es así que la propuso como postulante a vicepresidenta de la Nación en el histórico Cabildo Abierto de agosto de 1951. En octubre de ese año la central obrera la condecoró con la "Distinción del Reconocimiento de Primera Categoría" por su permanente aporte y su esfuerzo en beneficio de millones de trabajadores.
Evita recibió importantes distinciones y condecoraciones nacionales e internacionales, incluso hasta en la actualidad en el mundo se la admira con reconocimientos y distinciones que destacan en ella la reivindicación de la mujer.
Recibió el "Collar de la Orden del Libertador General San Martín" otorgado por el Congreso Nacional el 18 de julio del952.
En 1951 se le concedió la "Gran Cruz de la Orden del Mérito Pablo Duarte». Placa de oro otorgada por el gobierno de la República Dominicana.
El 25 de a bril de 1952 se le entregó a la "Dama de la Esperanza" las insignias de la "Orden do Cruzeiro
do Sul" en el Grado de Comendador por parte del gobierno de Brasil.
El 19 de octubre de 1950 el gobierno de Ecuador impuso a Evita la "Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Cruz Roja" de ese país. El gobierno de Colombia la condecoró con la "Orden de Boyacá" en el
grado de "Gran Cruz Extraordinaria", en 1948.
El gobierno de Perú le concedió la "Gran Cruz del Sol" creada por el Libertador General San Martín
en 1950. Por primera vez en la historia de la República de Siria, esa Nación concedía a una mujer en
1952 la "Orden de los Oméyades". En 1947 en el Palacio de Oriente de Madrid, Evita fue distinguida con la "Real Orden de Isabel La Católica" en el grado de Gran Cruz por el gobierno de España.
En ese mismo año fue condecorada por la "Gran Cruz de Honor" por la República de Francia.
Luego del histórico renunciamiento a la postulación de la Vicepresidencia de la Nación Argentina, en conmemoración del aniversario del 17 de octubre de 1945, exactamente el 10 de septiembre de 1951, el entonces Presidente Juan Domingo Perón hace entrega a Evita de la Gran medalla Peronista en grado extraordinario considerando su actitud como "el supremo ejemplo de desinterés, lealtad, renunciamiento a los honores, humildad, abnegación y patriotismo, virtudes fundamentales de la ética Peronista".
La última condecoración que recibió Evita fue el "Escudo Peronista".
Esta es una síntesis de los altos honores que recibió en el Siglo Veinte donde se acrecentaba la lucha emancipadora de la mujer en el mundo. Una gran militante del justicialismo que renunció a los más altos honores para encabezar la lucha por la justicia social para un pueblo que amaba con todo su corazón.
