El hombre, que era intensamente buscado, fue hallado sin vida, con el cráneo aplastado y heridas de garras.
En realidad, es una osa hembra y ha recorrido más de 200 kilómetros desde el circo donde se encontraba hasta un santuario de osos en libertad del país vecino.
El hecho ocurrió el 10 de abril de 2007, cuando Melina Noelia Casco, de 19 años, ingresó a la jaula de “Ramón”, un oso hormiguero gigante.
La policía de Tucumán recibió una denuncia de que un hombre tenía en cautiverio a un oso hormiguero y que lo ofrecía por $30.000 en las redes sociales.
El animal extinto está completamente conservado, con todos los órganos internos en su lugar, incluido el hocico.
El hombre, identificado como Alexander, fue atacado por un oso que le rompió la columna vertebral y lo arrastró hasta la parte más profunda de su guarida.